lunes, 8 de octubre de 2007
Hola E... aquí sigo, dándole vueltas a este deseo mio. Recuerdo que la primera vez que te ví, pensé "Joder una clienta a estas horas. Al menos es guapa y sonríe como los ángeles". Pienso cosas así, escribo cosas así. Que yo te sienta guapa es lo que me importa. Lo que el resto opine o no de tu hermosura, me es indiferente. Estas cosas siempre son muy subjetivas. Me gustan muchas cosas de tí y en tí, claro; Tu olor que no huele a nada más que a piel y deseo. Si, a eso hueles, ese es tu olor. Y cuando huelo eso es como una brisa fresca en medio de tanto buen olor. Me gusta el color rojo de tus mejillas y como ese rojo te cubre el rostro cuando te hablo de algunas cosas. Me gusta tu sonrisa. Eso lo que más, quizás. Porque es fácil y espontánea y no es cínica ni hipócrita, aunque sí, claro, también tienes una de esas, como todos tenemos, para sobrevivir en los días de hoy... Me gustan muchas cosas de tí y, especialmente, me gusta ser yo el que las vea, porque nadie parece fijarse en todos esos pequeños detalles... Ellos y ellas se lo pierden... Todos esos detalles E... que te hacen mujer y femenina, y que te envuelven en todos y cada uno de tus actos, aún cuando no eres consciente. Hasta ese cabello tuyo, que, como dices "esta ahí", como si no supieras que hacer con él. Hasta ese cabello tuyo E... forma parte de mi deseo... "¿Cuanta vida guardan tus senos? ¿Que caricias anhelas?"... esas son las cosas que me importan...