jueves, 20 de diciembre de 2007

Entre bromas y risas....

Hace unos días y notando un nosequequeseyo en alguna de las partes de mi cuerpo y no sabiendome bienbien explicar cual era su causa, me decidi acercarme a lo de las batasblancas de la seguridad social. A mi estas cosas, como que me dan mucho yuyu, porque siempre pasa lo mismo, vas pensando en que tienes algun achaque pasajero y sales livido y cargado de recetas, directo para la farmacia más cercana. Pero bueno en caso de extrema necesiadad para eso estan y para eso tiene sus titulos, ¿no?. Pues eso, pa la seguridad social, con el numero de turno en la boca y la tarjeta sanitaria entre los dedos, pa cuando la pidan.

Mi medico de cabecera es un amable señor que debe medir mas o menos, lo que una cama Kinsize, algo asi como dos veinte por dos veinte, a lo alto y a lo ancho. Come el hombre que es una animalada, fuma unos habanos que da susto verlos y le da a la cazalla y al cardhu, según horario, que es un contento. Pa rematar el cuadro, el hombre ha rehecho su vida al lado una horiunda venezolana que quita el hipo y a la que dobla en edad, y que, no se corta el hombre de comentar a la que pueda, le da al baile sandungero en el lecho que es un contento. Es decir, que peca ques un contento a diario de todo aquello que luego se harta de recortar a sus pacientes. No tengo yo claro si lo suyo es mala leche o algun tipo de enseñanza sutil, que sus sufridos pacientes, no acabamos de captar. Valga recalcar que nuestra relacion medico-paciente se remonta a largos años atrás. Y nunca he tenido el valor para cambiarme de medico. No se, hay algo en este hombre que me impone. Quizas sea su sangre fria para poder explicarte todo el daño que un atracon de morcillas le puede hacer a tus trigliceridos y acto seguido seguido, sin pestañear, recomendarte, asi de paso, donde puedes degustarlas como un marrano si ese es tu gusto. A saber...

El caso es que ante el me plante pa contarle de mis dolencias. El hombre me escuha como el que ya sabe lo que te pasa con solo verte la cara, pero te deja parlotear, lo cual me da mucha rabia, porque si ya sabe, ¿pa que perder el tiempo?... pero bueno, yo que le cuento. Y luego el que empieza con la ristra de preguntas.. ¿sigues trabajando en el mismo sitio?... ¿cuántas horas duermes?... y la alimentacion ¿regular?... ¿cuál es la frecuencia de tus relaciones intimas?... ¿haces vida social?... a lo cual contesto: Si.... las que puedo... psaa!!... ¿cuentan los tocamientos y las poluciones nocturnas?... ¿loque?... por ese orden a su cuestionario.... tras lo cual, me mira un segundo y solo me espeta una palabra, bueno, dos: “Agotamiento nervioso”.... y yo que lo pienso y luego le digo que no puede ser, que eso solo lo tienen los señoritingos de ciudad y que yo no tengo tiempo para eso, que seguro que es algo que he comido que me ha sentado mal... pero el que me corta rápido... “Agotamiento nervioso, definitivamente” y se pone a rellenar recetas y recetas y me las extiende con una última frase: “Tomate esto tal como esta indicado en la receta y aquí tienes la baja para unos días y descansa, sobre todo descansa en la cama y como mucho da algun que otro paseo por la playa, pero nada de recorrerla de arriba abajo, solo paseitos de abuelo de 15 minutos para empezar y no te digo más porque no me vas a hacer caso... ¡siguiente!....

Y ala, pa la calle otra vez. Directo a la farmacia, mas acojonao que otra cosa y pensando que se me ha vuelto a olvidar que, ya que estaba alli, le podia haber preguntado si no tendria alguna contractura o varias, ya puestos, que es lo que se lleva ahora, por que me acuerdo del mozo del bar que no para de chingar que es cosa de micos y el otro día decia que tenia seis contracturas, y que digo yo que con cosas asi, la dolencia es menos ¿no?... pero no, no van a ser contracturas, según el medico es agotamiento nervioso y me tengo que tragar un porron de pirulas y dormir una maratón de sueño pa que se me pase....

Y entro en la farmacia y en la cola me encuentro con el Pepin. El Pepin, es uno de mis amigos. Un chicarron de treinta y pocos que todabia vive con su madre. Es poco hablador y no parece muy espabilado pero dale cualquier cosa que tenga teclas y circuitos y es capaz de conectarte con la Nasa desde la mesita de noche. En el pequeño circulo de amigos le respetamos mucho, porque es el único que tiene un ordenador Unix nativo, con pantalla de fosfor naranja y es capaz de cualquier cosa con el. Mucho más que el resto con nuestros pentiums y windows, de los que Pepin se rie, porque dice que son ordenadores para los crios de patio de colegio. Y nosotros nos callamos porque la verdad es que no tenemos ni zorra idea de lo que el habla y porque si le llevamos la contraria se cabrea y no nos arregla los cacharros cuando se estropean. Ademas el tipo tiene una colección impresionante de fotos de señoritas ligeras de ropa o sin ella, bajadas de internet, que se nos cae la baba. Pepín hace años que diseño un programa para descargar fotos de estas 1 millon de veces más rapido que cualquier otro, pero solo lo usa en su aparato y no lo patenta, por que según dice, si su madre se entera, le corre a gorrazos y lo hecha de su habitación. Y Pepin sin el rancho de su madre y los niquis que le compra, no es nadie.

Bueno a lo que hiba, él que me ve y me pregunta que si me encuentro bien, que hago mala cara. Y yo le cuento lo del medico y lo del agotamiento nervioso y que estoy alli para abastecerme de las pirulas que me tengo que tomar y que me voy despues pa la cama a descansar. Y entonces el Pepin, que es poco hablador, pero muy observador, me dice: “Pero si tu no tienes cama”. A lo cual tengo que darle larazón. Y entonces el Pepin dice, “voy a reunir a la peña, y te vamos a conseguir una cama como dios manda pa que descanses”, y sale corriendo de la farmacia, llevandose las pastiilas de la tension pa su madre. Y yo me alegro de tener unos amigos, tan raros pero de tan buen corazón, pero me quedo preocupado, porque la pandilla toda reunida... no se... me da como miedo pensar en como va acabar el dia, conociendolos... pero bueno, espero mi turno, compro las medicinas y mevoy para el zulo-habitat, un poco constreñido ante lo que, de seguro, se me avecina...

Lo dicho, cuando llego, ya me espera, a la puerta, la peña al completo; El Pepin, El Moja, El Ernesto, la Amparo, Ratón y el niño pequeño vietnamita de los vecinos, que en cuanto abro la puerta, hace lo de siempre, coger el cubo de rubick de la mesa y sentarse en suelo ha darle vueltas y vueltas, sin hacer otra cosa, ni decir nada hasta que su madre lo llame para comer. Al Pepin ya os lo he presentado. El Moja es un arabe de edad indefinida pero suponemos que joven, de meillla. Tiene más cuento que calleja. Nadie sabe a que se dedica pero si necesitas algo, pidelo y el Moja te lo consigue. A cambio no preguntes de donde sale, claro, y siempre hay que aguantar sus interminables historias que todos sospechamos que se las inventa pero entretiene una varvaridad. Aporta charla, buena disposición y algun que otro cigarrillo de la risa de vez en cuando que siempre es bienvenido. Resumiendo un tipo legal.

El Ernesto Es un lejia casi sesentón, con mal carácter del demonio. Sargento reenganchado hasta la jubilación forzosa, sospechamos que por su osbstinada querencia hacia el coñac que siempre lleva en su petaca. Nadie recuerda como fue a para al grupo, pero el caso es que aquí esta. Su especialidad es dar ordenes y dirgirlo todo y si estas aburrido, preguntale por cualquier guerra, se las sabe todas al dedillo. Es muy mañoso, porque toda su vida se la paso en un regimiento de zapadores y todos le respetamos por dos cosas, principalmente. Porque tiene dos hijos sirviendo en los cascos azules, de guerra en guerra y eso no es cosa de broma y porque tiene una hija que nos volvia locos a todos los del barrio hasta que hace dos años, una fraulein de buen ver y posibles economicos se la llevo con ella a Ibiza a disfrutar de la vida y nunca más se supo, dejandonos a todos con un palmo largo de narices y a Ernesto con un cabreo del copón porque le habia salio una hija marimacho y no habia acabado en el ejercito. El tema de la hija es tabu con Ernesto.

La Amparo, es la viuda del portero de la finca, que, a su muerte, heredó el pequeño bajo donde este vivia, las llaves de la finca, el cubo y la fregona y los demas arreos de matar, como ella los llama y se quedo con el puesto. Anda en los cincuenta de matrona bien llevados. Tiene un hijo que le salio Heavymetal y hace años que anda con las greñas y la guitarra dando vueltas por ahí. Sabemos de el porque de vez en cuando mada una postal de esas tan graciosas que dice, por ejemplo “Madrid de noche”y claro, es toda negra, y siempre escribe lo mismo: Te mando besos desde aquí, madre. Estoy bien. Si puedes mandame algo de pasta” y la firma. La Amparo es lo más cotilla que ha pario madre, le va al dedo el papel de portera y, seguro, siempre esta con nosotros porque puede largar todos los chismes que se le antojan y enterarse de nuestras cosas sin que a ninguno nos importe demasiado. Es atenta y buena ama de casa y si la cosa se alarga, acaba haciendo unos guisos para todos que los estomagos agradecen. Todos sabemos que esta por los huesos del Ernesto, que se hace de rogar pero no deja de hacerle caso. Esta bien verlos juntos. Son como la noche y el día pero hacen buena pareja.

Y luego esta Ratón. Ratón, en realidad, se llama Marisa, y nos tiene un poco acojonados al resto del grupo. Es la más joven, andará por los veinticinco, no es alta ni baja, pero es guapa a rabiar y tiene un cuerpecito de escandalo. Siempre viste con ropa cara pero informal. A veces viene vestida con trajes carísimos porque trabaja de azafata, según dice. Es muy inteligente y casi siempre esta leyendo algun libro con titulos como “La Iliada”, “El castillo”, “Crimen y castigo”, “El ser y la nada”, “El yo y el ello” y cosas por el estilo. Habla un castellano perfecto, tanto que a veces no hay quien la entienda, sabe de cualquier cosa. Tiene una voz que se queda uno embobado escuchandola y una maneras que parece talmente de la nobleza. Eso es lo que nos acojona a todos, que no sabemos que hace una mujer como ella en un grupo de frekis como el nuestro. Alguna vez le hemos preguntado y simpre sale por peteneras con cosas como “Estoy haciendo un estudio sociologico sobre vosotros” o “Soys mi buena acción del día”. Alguna vez, por turnos, tambien, todos los hombres le hemos tirado los tejos, porque esta la niña que no es para menos, y con todos se ha acostado.

Que sepamos, una con el Pepin para darle vida a sus bajos, según ella (Y el Pepin se tiro un mes sin encender el ordenador con cara de cordero degollao, y ahí nos enteramos que era su primera vez, sin pagar, claro). Dos con el Moja, porque dice que tiene una herramienta de escandalo, pero que no repetirá por que es un guarro que casi no se lava (y el Moja se mosqueó y estuvo casi un mes sin aparecer, y cuando apreció se habia duchado y vestia limpio, pero le duro poco la vena y ahora esta como siempre). Una vez con el Ernesto, por puro vicio que le daba el mal carácter del hombre, dice (y La Amparo se tiro casi dos meses sin hablarle al Ernesto, hasta que este cedió, se puso su uniforme de gala de sargento, se afeito, le llevo un ramo de margaritas de plastico de los chinos, porque asi duran mas, y le pidio de ir a bailar a la Paloma un Domingo por la tarde, y claro la Amapro es mucha Amaparo, pero tambien tiene su corazoncito y cedió. Luego vino cabrea porque el Ernesto se habia achispado y le habia pisoteado a gusto los pies en lo que el habia llamado bailar). Y tres veces conmigo. La primera, según ella para no hacerme de menos. La segunda porque iba pedo de anis en noche vieja y le dio por ahí y la tercera porque dice que soy el unico del grupo capaz de leer un libro entero y enterarme de lo que dice sin consultar mucho el diccionario. Y claro, yo desde entonces leo todo lo que se me pone a tiro y me hago el interesante delante de ella, ojeando, por ejemplo, los catalogos del Carrefour, la revista del videoclub, las novelas de Marcial Lafuente Estefania que me presta el Ernesto, hasta que ella se cabrea y me trae algun libro “de verdad” para que lo lea. El último se llama “Crimen y castigo”, que no se si va con segundas el titulo, pero esta chulo. Va de un tipo que un dia le da un pronto y le da por matar a una abuela para robarle y luego se pasa toda la novela con unos remordimientos que no le dejan ni dormir al pobre. Un harton de reir y de llorar que me estoy dando con ella que pa que.... A todos los efectos, por numero de veces que se ha acostado conmigo, Ratón es mi novia en el grupo. Nadie dice lo contrario. Ratón tampoco. Pero como nos tiene acojonados con su presencia, ni yo mismo digo nada y me doy por contento si me saluda o me da una palmada en la cabeza para preguntarme “¿Qué como va el libro?”. Una afición a leer es lo que estoy cogiendo. La Amparo dice que eso es amor y que se nos ve muy enamorados y que si hacemos buena pareja y blablablabla... el Ernesto dice que lo que pasa es que me tiene encoñado la niña. Al Moja le importa un bledo y el Pepín que parece que se da por satisfecho, ni calla ni otorga. No opina.

Y este es el grupo que esta esperando en la puerta del apartamento. Me miran al llegar con cara de preocupados. Y yo los miro a ellos y a medias me acongojo por los buenos que son ahí, preocupados por mi. La Amaparo tiene una olla de puchero que ha hecho para todos. El Moja aguanta un somier un poco descacarillado a su lado. El Pepin ha venido con un colchon que dice que su madre ya no lo necesita. El Ernesto se ha presentado con el mono de trabajo del ejercito y su macuto de herramientas y Ratón que esta guapisima, viene con unos bolsones del Corte Ingles que dice que me ha comprado una almoada y un nordico de plumas de ganso y un cubre para el nordico con un estampado de delfines “monisimo”.... y a medias me da la risa porque vaya cuadro que hacen... y a medias tambien me preocupo porque esto tiene pinta de ir para largo y huele a zafarrancho en el zulo-habitat de los buenos... pero se les ve tan buenos ahí juntos que no es cosa de despreciar y salir por piernas que es lo primero que me viene a la cabeza. Asi que hago de tripas corazón y me acerco a la puerta y saludo y ya ahí mismo, les digo, que tranquilos que no me voy a morir esta tarde seguro. Y todos se rien y nos metemos para adentro. El primero, como no, el niño vietnamita que se tira como un poseso a por el cubo....

... y es entonces que se hace evidente el primer problema de logistica. El grupo, el somier, el colchon, los bolsones del corte Ingles y la olla de Amaparo, no cabemos a la vez en el zulo, si no sacamos algo antes.... y aquí se lia el primer pandemonio... hasta que acordamos que primero entre Amparo para dejar la olla en el pollete de la cocina. Que luego se salga y entren el Ernesto y el Pepin para sacar la mesa, las sillas y desmontar el sofa donde duermo y nos sentamos todos, para tirarlo directamente y hacer sitio a la cama. Que los demas nos quedemos fuera esperando y que si yo me mareo, que puedo entrar a sentarme, pero que no haga nada que para eso soy el enfermo. Todo esto lo ordena, coordina y manda el Ernesto, que se nota que esta en su salsa y los demas obecemos como tropa rasa que somos, no sin que antes proteste por el trato que me estan dando, que tampoco estoy pa morir, que digo yo.... pero todos me mandan callar, asi como condescendencia. Y hasta Ratón se acerca y me pone su manita en mi cara y me dice “Ay pobre, se te ve tan malito”... Y bueno, yo ahí, con la mano de raton en mi cara como que se pone cara de lelo y me callo... si ella lo dice....

Y dicho y hecho, sacadas la mesa y las sillas, el Ernesto y el Pepin desmontan en un santiamen el sofa y sin preguntarme siquiera, lo bajan directamente y lo meten en la vanette del ernesto que lugo dice que ya la llevara a tirar por ahí, mientras el moja esta pensando que quizas el conoce a alguien a quien le iria bien el sofa, el ernesto y el pepin montan en otro snatiamen las patas del somier. Aquí viene el segundo problema. El Moja a traido el somier. Las patas y los tornillos venian en una bolsa, pero no hay tornillos para todas las patas... y ahí el ernesto se agarra un cabreo del copón “porque mira que hay que ser corto moja, no fijarse en los tornillos”... y el moja dice que tampoco estaba la cosa para estar mirando y todo nos callamos pensando, por un momento quien sera quien va adormir esta noche en el suelo... pero luego seguimos con la bronca hasta que el ernesto, que parece disfrutar con las peleas, nos manda callar “esto lo arrgelo yo en un plisplas, hombre, si he cavao trincheras entre las peñas y hemos armao puentes con dos palillos, esto es facil”... y mete la mano en el morral y cuando todos estamos temiendo que vaya a sacar una granada o una cosa por el estilo, el hombre saca un gran rollo de cinta americana con signo de victoria... “No hay nada que se resista a esto, oye chaval, te cojo un lapiz”... y sin espera respuesta, coge un lapiz y lo parte por la mitad, lo mete como un pasador por donde debia entrar el tornillo y se lia adarle vuelta a la cinta americana, alrededor del tubo con una fuerza que hace rechinar el somier...cuando acaba mira su obra con satisafacción y espeta “que chavales, a que no hay cojones a romperlo”... y se pone a darle patadas a la pata del somier y la amaparo que lo retiene, no sea cosa que de verdad se lo cargue. Y viendo que todo estaba bien, el Moja entra con el colchón y lo planta de un golpe encima el somier... “Bueno y ahora a hacerle cama a la enfermo”, dice el ernesto, pero la amparo que es mucha amaparo, dice que ellos ya han cumplido y ahora le toca a las damas que de eso saben más y mientras ella y raton entran y van sacando las cosas de los bolsones que es un primor lo que de hay sale y lo van comentando y hablando de que si mira el estampao y el tacto etc... el ernesto por lo bajini, se agarra otro cabreo “porque mira que habre liao yo camastros en el cuartel”.. y bueno, yo voy pensando que a estas alturas ya tengo un dolor de cabeza del 15, y que porque me habra comprao raton un nordico si estamos en agosto y yo me aso de calor... y en esas terminan de vestir la cama y dicen “¡Tachan!, a que ha quedado bonita”.. y la verdad es que todo el grupo estamos de pie alredor de la cama, porque es un primor como ha quedao de bonita, si hasta un par de cojincitos en tonos verdemar se ha traido raton, y si, da gozo verla, que no pega mucho con el resto del cuarto, que de pronto ha adquido asi como más categoria... pero nadie se atreve a tocarla, hasta que estando así, el niño vietnamita, que ya nos habiamos olvidao de el, salta del suelo y se tira a lo largo de la cama sin dejar el cubo... y ahora es la amparo la que se agarra un cabreo mayor y empieza a darle de capones en la cabeza al niño... “¡Chen, sal de ahí ahora mismo que la cama es para el enfermo!”... hasta que el niño salta otra vez a suelo y entonces todos se apartan, de tal modo que quedan en dos filas como haciendome el paseillo y yo entiendo que no me queda mas remedio que hacer el estreno oficial de la cama, y asi, con cara de circunstancias, que me acerco a la cama y me estiro cuan largo soy.... y juerrrr..... eso es una cama si señor..... que bien se amoldan las costillas y los huesos del cuerpo, que blandito... que tacto.... ¡¡¡que calor!!!.... “Raton porque has comprao un nordico, me voy a asar de calor aquí dentro?”... y entonces ella se acerca y se sienta a los pies de la cama y dice con una voz que suena como organo de catedral... “Es que estaban rebajados al 50%... ademas, yo soy muy friolera....” y esto ultimo lo ha dicho por lo bajini, pero todos lo hemos oido... y lo que pasa a continuación es que yo me pongo colorao como un tomate y empiezo a sudar a chorro, que ratón tambien se pone colora y le da por baja la cabeza, que la Amparo empieza a gritar de contenta y a reir como una descosia, que el Ernesto tambien se rie pero menos y que el Moja y el Pepin tambien se rien y no se porque se han cogido por la cintura.... y lo que pasa a continuación es peor y mejor, pero peor, porque ignorando al resto, raton me ha cogido la mano, que en seguida se pone a sudar ella sola, con otro tipo de calor y luego suelta lo que sigue... “es que cuando la Amparo me ha llamado para decirme que estabas muy muy mal, me he dado cuenta de pronto de lo importante que eres para mi, y he dicho en el trabajo que me encontraba mal y me he hido directa a acomprar esto, porque quiero estar contigo hasta que te pòngas bueno, por lo menos... bueno, si tu quieres, claro”.....y el silencio del grupo que estan ahí como abobaos viendo un culebron de la tele, me hace sentir un poco ridiculo y no se que decir, y claro la cago... “vale pero tenemos que dormir aquí juntos con el calor que hace”... y entonces, la Amparo que es mucha Amparo, se agarra una furia que pa que y se vie directa para mi y me arrea un par de capones en la cabeza y me dice... “Pues claro, y donde si no va dormir la probrecica, si sereis insensibles los hombres, pero no ves que te esta diciendo que te quiere... ¿a que si raton, a que si?”..... y raton que esta con la cara que parece un globo sonda de rojo que dice... “Bueno yo....”... “Lo ves, lo ves, la mujer te dice que te quiere y tu preocupao por el calor, que brutos que sois los hombres. No te arreo mas por que estas enfermo que si no, te hiba a enseñar yo un par de cosas”.... y yo que la sigo cagando con la bocaza... “Bueno si no digo que no Amparo, pero como la raton ya se ha acostao con todos los presentes, pues que digo yo que era como para tener dudas no?”.....Y la Amparo ya se coge el cabreo del 15 y se olvida que estoy enfermo y empieza a aporrearme la cabeza y a chillar... “pero sera imbecil... a ver ¿con quien ha sio el ultimo que se ha acostado, no ha sio contigo, y tres veces, pues ya esta, lo quieres por escrito o que, seras atontao”... y sigue aporreandome, mientras yo intento cubrirme al menos el rostro con el brazo que me queda libre, porque el otro me lo tiene cogio raton y es entonces que el moja y el pepin y el ernesto se avienen a echarme una mano y me sacan a la amparo de encima y todos nos calmamos un poco y cuando estamos mas calmados, nos damos cuenta que raton esta llorando y dando hipidos.... y nos quedamos un momento quietos y en silencio, porque nunca habiamos visto llorar a Ratón y no sabemos que hacer...

Luego, enseguida, la Amparo se viene y se sienta al lado de Ratón y le coge la carita y se la pone en el pecho y le dice “Ea, ea, deja de llorar mi niña ¿qué te pasa? ¿te hemos asustado a que si?”... y la Ratón, da un par de hipidos más y luego se calma y dice, “No, lo que pasa es sois tan buenas personas que no se si merezco estar con vosotros”... y claro se nos queda la cara de pasta de boniato, porque mira que nos hemos dicho cosas y nos han dicho cosas, pero que somos buenas personas, como que no, y que alguien como ratón lo diga y encima dude si merece estar entre este grupo de frikis y broncas, pues la verdad, que nos deja como lelos, por que no entendemos ná de ná y seguimos callados esperando que la Amaparo, que tiene más tacto femenino, lo aclare... “¿Pero que dices tu chiquilla que no mereces estar cono nosotros?... si tu nos das mil vueltas a todos los que estamos aquí. Si eres más inteligente que el Pepin, que ya es decir, y tienes unos modales de reina, si somos nosotros los que no te merecemos, no digas tonterias”. Y la sigue calmando y la Ratón que le contesta: “Eso es cierto, pero os he tenido engañados todo el tiempo. Vosotros me acogisteis en el grupo sin hacer preguntas y todo y lo torpes que sois, nunca me habeis mentido. En cambio yo, os mentido todo el tiempo”... “Mentido sobre que, ¿se puede saber que puede ser tan importante para que te pongas a llorar?”.... y aquí todos nos damos cuenta que a la Amparo le esta saliendo la vena cotilla y cuando le sale la vena, hasta que no se entera, no para la mujer... “Es que vereis, yo siempre os he dicho que trabajo de azafata, pero no es verdad..”. “Pero eso no es grabe, chiquilla, solo es una mentirijilla, nada como pa ponerse a llorar”... Uh, lo esta haciendo, la Amparo esta sonsacando a la Ratón, si sera fina la mujer.... “Ya, pero no se, si cuando os cuente la verdad, me vais a seguir queriendo igual”... “Y dale, ¿pero se puede saber que puede ser tan grabe?”.... “Bueno, vereis, la verdad... la verdad es que no trabajo de azafata... la verdad....”... y la Ratón hace como un alto en la frase y aqui estamos los demás como cuando nos ponemos a ver el culebron de la tele, quietos y callaos, a ver que dice... “La verdad es que soy Puta...”

Lo ha soltado así como de pronto y luego se ha callado y bajado la cabeza otra vez al suelo. Y nosotros tambien nos quedamos callados un rato. Y como nadie dice nada y esto tiene pinta de no acabar, al final, soy yo el que habla. “¿Y?...”, le digo a la Ratón. “¿Cómo que ¿y?... no os importa?”.... Y en ese momento, todo el grupo soltamos un suspiro como de alivio y enseguida nos da por reir, como pasa siempre que hemos estado tensos más de un minuto y la risa se vuelve escandalosa. Y, bueno, Ratón, ahora si que parece que no entiende nada y consigue zafarse del abrazo de Amaparo y se ponde en pie de un salto, que parece que esta cabreada y todo... “Pero bueno se puede saber que os pasa y de que os reis... ¿Os hace gracia que sea puta o que?”. “No mujer”, consigo decir en medio de las risas, “Lo que pasa es que estabamos preocupados, pensabamos que nos hibas a decir algo más grabe, como que eras hija de un ministro, o yo que se, y claro, viendo lo que es y que no es cosa de preocuparse, pues ya nos conoces, no sentimos aliviados y nos da por reir”... “Ah, ¿entonces no os preocupa que sea puta?”... “Pero que dices niña”, el que habla ahora es el Ernesto, “ser puta no es una deshonra ni nada de preocupar, y mira, casi me alivia, que ya empezaba a preocuparme no saber que hacia una señorita tan fina entre unas mulas como nosotros, eso si, tienes una putada de trabajo tu, pero eso es cosa tuya, aquí nadie te va a hacer de menos por eso y ¡al que lo intente me lo cargo, por mis cojones!”, y nos hecha una mirada que da miedo de verdad, “por si nadie te lo ha dicho, puta es una profesión, no una enfermedad contagiosa, que eso si es de preocupar, ¡y que de las putas tengo yo unos recuerdos de mis años en Melilla!...” y aquí el Ernesto pone unos ojillos tiernos hasta que se da cuenta que la Amaparo le esta mirando y baja de las nubes de sus sueños.

La Ratón, aún no parece creerse que no nos importa y, ahí en medio nos va mirando y preguntado por turnos. “Oye Pepín, ¿a ti no te importa que sea puta?”... Y el Pepín, se pone colorado y baja un poco los ojos como siempre que una mujer le habla y le contesta: “No, a mi no, ratón, ¿por qué me iba a importar?... además, pensándolo ahora bien, una vez me lo hiciste gratis, así que creo que te debo yo el favor ¿no?” y luego sonrie. “¿Y tu, que dices?”, ahora le ha tocado al Moja. “Yo no digo ná, que luego os reis, al Moja no le importa, no eres la mujer del Moja, así que eso es cosa tuya”, y se hace el desentendido, si el moja es experto en algo es en no querer buscarse problemas. Ratón parece que no se lo cree y se vuelve para la Amparo. “¿Amparo y a Usted. No le importa tampoco?”. La Amparo se la mira un momento como si fuera la hija que nunca tuvo y luego le dice “Mujer, importarme, claro me importa, me gustaria que tuvieras otro trabajo. Ese que te has buscado no lo quiero yo, ni en pintura, ¡Jesus!, con lo pesados que se ponen los hombres. Pero es tu vida, mujer. Y que voy a decirte yo, mirame, aquí agarrada a los trastos de limpiar y a la porteria para sobrevivir. La vida si que es una putada, niña”. La Ratón le planta dos besazos en las mejillas a la Amparo y luego se gira para mi. “¿Y tu, que me dices?”. Y me está mirando con esos ojos negros suyos que sabe que me pierden de una manera que pa que, y yo estoy pensando “No la cagues, chaval, no la cagues”.... y le digo, “¿Por qué me habría de importar?. Ratón, eres lo más bonito que me ha pasado nunca y creo que tengo mucha suerte porque una mujer guapa y lista se ha fijao en mi y quiere estar conmigo. Eso es tener suerte ¿no?. Entonces de que me voy a quejar?. Si hay que sudar debajo de este endredón, se suda, A mi, mientras quieras estar conmigo, lo demás no me importa. Yo mismo sobrevivo como puedo. No esta la vida ahí fuera como para andarse con remilgos. Y yo no soy nadie para juzgar la vida de otra persona”... y parece que no, que no la he cagado, porque la Ratón se ha puesto a llorar, pero esta vez de contenta y se ha tirado encima de mi y me abraza que me va a ahogar de calor. Pero a mi no me importa sudar, si es de este modo, entre sus brazos. Y entonces la que habla es la Amparo, que se ha puesto de pie. “Bueno, pues si no hay más que decir, venga niños, vamos a adecentar esto y poner la mesa, que he hecho un potaje de garbanzos que nos vamos a chupar los dedos. Y hay que estar contentos, que tenemos otro día para reir juntos”. Y entonces si, nos volvemos a reir como aliviados, y en un momento, entre todos, arreglamos el apartamento y ponemos la mesa para comer, mas contentos que un ocho, porque los guisos de la Amparo no son cosa de despreciar.

En ese momento la vecina llama al Chen para comer, y el niño sale disparado para la puerta y desde el pasillo se le oye gritar: “¡Mami, la Ratón dice que es puta!”... Jodido niño y nosotros pensando que era mudo o algo así, pero bueno como que nos da la risa otra vez, mientras nos sentamos a la mesa y la Ratón, aliviada y más tranquila, nos cuenta, entre cuchara y cuchara, el como y el porque ha llegado a esto de ser puta. Yo me la miro feliz porque ha decidido quedarse conmigo, cuando podria estar con quien le diera la gana y mientras la miro en silencio, me prometo que me voy a poner a leer con más ganas, y quien sabe si a estudiar algo. El Moja pone las orejas para escuchar la historia que luego, el, incorporará a su repertorio de leyendas. El Pepín esta contento de tener como amiga a alguien que se codea con personas cultas e inteligentes y la cose a preguntas cuando le cuenta que uno de sus clientes, tiene una empresa de software informático. Al Ernesto y la Amaparo les hace como felices, tener a esta familia extensa, tan rara pero entrañable.

Y así, entre bromas y risas, un día más, hemos llegado al mediodia. A ver que nos depara el resto...