jueves, 25 de octubre de 2007

2
Pensar y escribir a un tiempo: "Yo te amo". Enseguida el pensamiento se dispara, engarzado como cuentas y desgranándolas una a una. Pero la vista cae sobre el papel y queda varada, sin posibilidad de avanzar ante el enunciado. "Yo te necesito". Aquí y ahora.